Elegir el método anticonceptivo adecuado: una guía completa

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Para cualquier persona sexualmente activa que no quiera quedar embarazada, las opciones anticonceptivas son más diversas que nunca. No se trata sólo de evitar a los niños; La anticoncepción también puede controlar la salud menstrual e incluso mejorar las condiciones de la piel. Como señala la Dra. CeCe Cheng: “Antes de analizar la eficacia, primero debemos determinar qué es lo que el paciente quiere de los anticonceptivos”. Y no es sólo responsabilidad de la mujer. Según la Dra. Meera Shah, “Todos deben recibir asesoramiento sobre todos los métodos anticonceptivos… independientemente de su sexo o género”.

Esta guía desglosa los tipos principales y sopesa los pros y los contras para que puedas tomar una decisión informada. Recuerde: cambiar de método siempre es una opción. Como enfatiza el Dr. Shah, encontrar lo que funciona mejor lleva tiempo, y eso está bien.

Métodos de barrera: condones y diafragmas

Los condones siguen siendo el único método que protege contra la mayoría de las infecciones de transmisión sexual (ITS). Las versiones de látex están ampliamente disponibles, pero existen opciones de plástico o piel de cordero sin látex (aunque la piel de cordero ofrece menos protección contra las ITS). El uso de lubricante a base de agua es vital con el látex para evitar roturas. Si bien tiene una eficacia del 85 % para prevenir el embarazo, la constancia es clave; El Dr. Shah señala que los métodos de respaldo, como la anticoncepción de emergencia, son inteligentes si no se usan siempre.

Los condones internos (anteriormente llamados “condones femeninos”) proporcionan otra barrera, pero con una efectividad de prevención del embarazo del 79 %.

Los diafragmas y los capuchones cervicales se colocan dentro de la vagina para cubrir el cuello uterino, pero no previenen las ITS. Usados ​​con espermicida, tienen una efectividad del 88%, pero el espermicida por sí solo es confiable solo en un 79%.

Anticoncepción reversible de acción prolongada (LARC): DIU

Los DIU son dispositivos pequeños con forma de T que se insertan en el útero y ofrecen años de protección sin complicaciones. Existen dos tipos principales:

  • DIU de cobre: Estos no contienen hormonas; en cambio, el cobre interfiere con la función de los espermatozoides. ParaGard es la única marca aprobada por la FDA, con una eficacia superior al 99% durante un máximo de 10 años. Los inconvenientes incluyen períodos más abundantes y dolorosos y la necesidad de un procedimiento médico para su eliminación.
  • DIU hormonales: Liberan progestina, espesan el moco cervical y previenen la ovulación. Efectivos durante 3 a 8 años, también reducen los calambres y pueden aliviar los períodos. Sin embargo, requieren un procedimiento y no son adecuados para personas con anomalías uterinas.

Anticonceptivos hormonales: píldoras, parches, anillos, inyecciones e implantes

Estos métodos utilizan estrógeno y progestina para prevenir la ovulación.

  • Píldoras anticonceptivas: El tipo más común y requiere ingesta diaria. Las pastillas combinadas (estrógeno y progestina) tienen una eficacia del 93% si se utilizan perfectamente.
  • Parches anticonceptivos: Se aplican semanalmente durante tres semanas, seguidas de una semana sin parche para la menstruación, y ofrecen el mismo 93 % de efectividad sin pastillas diarias.
  • Anillos anticonceptivos: Se insertan en la vagina, liberan hormonas de forma continua durante tres semanas y luego se retiran durante la menstruación. También 93% de efectividad.
  • Inyecciones anticonceptivas (Depo-Provera): Una inyección de progestina cada tres meses, 96 % de efectividad, pero requiere visitas periódicas a la clínica.
  • Implantes anticonceptivos: Una pequeña varilla que se inserta debajo de la piel de la parte superior del brazo, libera progestina por hasta cinco años y ofrece una efectividad del 99 %.

El Dr. Cheng advierte que los métodos que contienen estrógenos pueden aumentar ligeramente el riesgo de coágulos sanguíneos en fumadores o mayores de 35 años.

Otros métodos: geles, esponjas y anticoncepción de emergencia

  • Espermicidas: Disponibles sin receta, pero solo tienen una eficacia del 79 %. A menudo se utiliza con condones o capuchones cervicales.
  • Gel anticonceptivo (Phexxi): Un gel recetado que acidifica la vagina, lo que dificulta el movimiento de los espermatozoides. Aproximadamente un 86% de efectividad, pero requiere su uso antes de cada encuentro sexual.
  • Esponjas anticonceptivas: Se insertan en la vagina antes del sexo, contienen espermicida y actúan como una barrera. 79-86% efectivo, pero no a prueba de ITS.
  • Anticoncepción de emergencia (AE): Las píldoras como Plan B (levonorgestrel) o Ella (acetato de ulipristal) pueden prevenir el embarazo hasta cinco días después de tener relaciones sexuales sin protección. Los DIU también son muy eficaces si se insertan dentro de ese plazo.

Soluciones permanentes: opciones quirúrgicas

Para aquellas que están seguras de evitar futuros embarazos, la cirugía es una opción:

  • Vasectomía: Un procedimiento ambulatorio sencillo para hombres, que consiste en cortar los conductos que transportan los espermatozoides. Efectivo después de unas 20 eyaculaciones.
  • Ligadura de trompas: Un procedimiento quirúrgico para mujeres que bloquea las trompas de Falopio. La reversión es posible pero no siempre exitosa.

En última instancia, elegir un método anticonceptivo es una decisión personal. Consulte con un proveedor de atención médica para analizar su estilo de vida, sus objetivos y sus necesidades. No dude en cambiar de método si alguno no encaja; como dice el Dr. Shah: “A veces se necesitan algunos intentos para encontrar algo con lo que se sienta cómodo”.