Fuerza laboral inmigrante: un componente vital de la atención médica en los EE. UU.

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El envejecimiento de la población estadounidense y las crecientes demandas de atención médica dependen en gran medida de las contribuciones de los trabajadores nacidos en el extranjero; sin embargo, las políticas de inmigración actuales crean barreras sistémicas para atraer y retener a estos profesionales críticos. Casi el 20% de la fuerza laboral de atención médica de Estados Unidos (incluidos médicos, enfermeras, farmacéuticos y asistentes de atención médica domiciliaria) está compuesta por inmigrantes. Esta dependencia no es meramente numérica; se extiende a la innovación, la investigación y la accesibilidad de la atención, especialmente para las personas mayores.

El alcance de la contribución de los inmigrantes

El papel de los inmigrantes no se limita a la atención directa al paciente. También impulsan el progreso en la investigación y la educación biomédicas. Casi el 19% de los trabajadores de la salud en los EE. UU. nacieron en el extranjero, y roles específicos muestran una dependencia aún mayor:

  • Asistentes de salud a domicilio: 41% son inmigrantes
  • Asistentes de cuidado personal: 28% son inmigrantes
  • Médicos y cirujanos: 26% son inmigrantes

La dependencia se extiende al avance científico: aproximadamente un tercio de los premios Nobel de medicina desde 2000 y más del 40% de los premios Nobel de química son inmigrantes. Casi la mitad de los bioingenieros, ingenieros biomédicos y científicos médicos que trabajan en Estados Unidos nacieron en el extranjero. Los investigadores nacidos en el extranjero también tienen más probabilidades de tener doctorados (57% frente a 26% para los nacidos en Estados Unidos) y participar en investigaciones dignas de patente (92% frente a 83%).

Impacto en Accesibilidad e Independencia

Los trabajadores inmigrantes impactan el acceso a la atención médica al ayudar a los estadounidenses mayores a envejecer en el lugar y no en instituciones. Un aumento del 10% en la población inmigrante menos educada en un área reduce las admisiones a hogares de ancianos hasta en un 29% para las personas mayores de 65 años y en un 26% para las mayores de 80 años. Este efecto es significativo porque alivia la presión sobre los sistemas de atención institucional y al mismo tiempo mejora la calidad de vida de las personas mayores.

Barreras políticas y llamados a la reforma

A pesar de la clara necesidad, el sistema de inmigración de Estados Unidos carece de vías específicas para los trabajadores de la salud. No existen visas temporales específicas para enfermeras o asistentes de atención médica domiciliaria, y los límites anuales de visas H-1B dejan varados a muchos profesionales calificados. Las personas de países de alta demanda como India pueden enfrentar esperas de décadas para obtener la residencia permanente (tarjetas verdes).

Los legisladores reconocen el problema. El senador Alex Padilla (D-CA) afirma: “Los inmigrantes impulsan la innovación… realizan procedimientos altamente calificados… y brindan atención crítica”. El representante Bill Foster (D-IL) añade: “Rechazamos a los estudiantes internacionales de STEM que quieren quedarse y contribuir”.

Los esfuerzos bipartidistas, como la Ley Keep STEM Talent (Foster y Lawler), proponen permitir que los graduados de STEM con ofertas de trabajo eludan los límites numéricos de inmigración. El exsecretario de Salud y Servicios Humanos, Tom Price, también aboga por retener a trabajadores internacionales capacitados en Estados Unidos para abordar la escasez en el cuidado de personas mayores, la salud rural y el manejo de enfermedades crónicas.

“Las numerosas contribuciones de los trabajadores nacidos en el extranjero a la infraestructura y la prestación de servicios de salud en los Estados Unidos son particularmente notables dado que el país no tiene ninguna categoría de visa reservada para trabajadores de la salud”. – Madeline Zavodny

El sistema actual crea escasez artificial en un campo donde la demanda sólo aumenta. Estados Unidos debe adaptar sus políticas para reflejar la realidad de que los trabajadores sanitarios inmigrantes no son sólo un complemento de la fuerza laboral, sino una parte integral de ella.

El futuro de la atención médica en Estados Unidos depende de reconocer y adaptarse al papel fundamental que desempeñan los inmigrantes en la prestación de atención, impulsar la innovación y garantizar el acceso a una población en crecimiento y que envejece.