Navegando por el laberinto: cómo los bufetes de abogados utilizan la IA para abordar el cumplimiento complejo

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El mundo de las regulaciones es notoriamente complicado, especialmente en campos como la atención médica y las finanzas, donde las reglas evolucionan constantemente. Esta complejidad a menudo empuja a las organizaciones a confiar en firmas de abogados especializadas para superar los obstáculos de cumplimiento. Hoy en día, el desafío se ha intensificado exponencialmente con el rápido aumento de la inteligencia artificial (IA). Los gobiernos de todo el mundo están luchando por definir cómo se debe desarrollar y utilizar esta poderosa tecnología, lo que resulta en una avalancha de nuevas leyes y regulaciones que las empresas simplemente no pueden seguir.

Este aumento no es sólo ruido; Significa un cambio fundamental en cómo entendemos la IA dentro de nuestros marcos legales. El grupo de IA centrada en el ser humano (HAI) de la Universidad de Stanford observó que casi se duplicaron las menciones de IA en los procedimientos legislativos de 2022 a 2023, lo que destaca el creciente enfoque global en la regulación de esta tecnología. Sin embargo, si bien existen numerosos debates y propuestas de regulaciones, Estados Unidos carece de una legislación federal integral que regule específicamente el desarrollo o uso de la IA.

En cambio, los estados individuales están entrando en este vacío regulatorio. Para 2025, casi la mitad de los estados de EE. UU. habían presentado sus propios proyectos de ley relacionados con la IA, creando un mosaico de reglas a menudo superpuestas y a veces contradictorias. Este enfoque descentralizado deja a las organizaciones luchando por descifrar el laberinto de requisitos y garantizar el cumplimiento total. En el sector sanitario, la situación es especialmente grave. Un informe de Manatt reveló que, hasta octubre de 2023, se habían presentado más de 250 proyectos de ley relacionados con la IA en 47 estados, y casi dos tercios se habían convertido en ley. Esta abundancia de regulaciones estatales específicas complica aún más un panorama que ya es desafiante.

Ante esta complejidad sin precedentes, firmas de abogados como DLA Piper están aprovechando la inteligencia artificial para ayudar a los clientes a navegar por el traicionero terreno del cumplimiento. En su documento técnico, “SAGE: Un enfoque sistemático para la gobernanza de la IA basada en datos”, DLA Piper describe un marco novedoso diseñado para controlar la “sobreabundancia” de requisitos de IA. SAGE combina la experiencia humana con algoritmos sofisticados para descomponer la legislación compleja en sus componentes fundamentales, identificando posibles superposiciones y conflictos entre regulaciones.

Más allá de este enfoque analítico, DLA Piper ofrece otro servicio de vanguardia: “cumplimiento proactivo como servicio” (PCaaS). Esta plataforma utiliza aprendizaje automático y modelos de lenguaje pequeño patentados, capacitados por abogados de dominios específicos, para analizar datos de clientes, políticas y necesidades específicas de la industria. Al analizar información no estructurada, como documentos y comunicaciones, PCaaS señala de forma proactiva posibles riesgos de cumplimiento que, de otro modo, podrían pasar desapercibidos. Esta estrategia proactiva es invaluable ya que las investigaciones reactivas a menudo resultan en fuertes multas y acuerdos legales. En el sector sanitario, donde la privacidad del paciente es primordial, PCaaS puede ayudar a prevenir filtraciones de datos y salvaguardar la información sanitaria confidencial antes de que los problemas se agraven.

“El valor real aquí”, explica el Dr. Danny Tobey, M.D., J.D., socio y director de la práctica de IA y análisis de datos de DLA Piper, “es equipar a las organizaciones para navegar este nuevo y complejo ecosistema de manera efectiva”. Enfatiza que PCaaS sigue siendo adaptable a diversos dominios de riesgo, mientras que SAGE se centra en crear programas sólidos de gobernanza de IA y abordar los desafíos que plantean las regulaciones inconsistentes.

Este campo floreciente está atrayendo una feroz competencia de jugadores como Harvey, una herramienta legal impulsada por inteligencia artificial diseñada para optimizar los flujos de trabajo y la debida diligencia para los equipos legales existentes. Las firmas contables tradicionales como BakerTilly también están entrando en escena, ofreciendo servicios especializados de consultoría en IA junto con sus prácticas de asesoramiento sobre riesgos. Incluso firmas consultoras más grandes como EY tienen divisiones dedicadas a generar confianza en la IA y ayudar a las organizaciones a desbloquear su potencial de manera responsable.

A pesar de este creciente ecosistema de soluciones, el panorama regulatorio que rodea a la IA está evolucionando a un ritmo asombroso. Hay mucho en juego: un estudio reciente del HIPAA Journal reveló una preocupante tendencia al alza en las filtraciones de datos en el sector sanitario durante la última década. Al mismo tiempo, los ataques de ransomware a la atención médica aumentaron un 30 % solo en 2025, lo que subraya la vulnerabilidad de estos sistemas a las amenazas cibernéticas.

Invertir en estrategias sólidas de cumplimiento de la IA es crucial para las organizaciones de todos los sectores. Al garantizar que los procesos internos sean herméticos, las empresas no sólo pueden protegerse de sanciones regulatorias sino también salvaguardar datos confidenciales y, en última instancia, brindar un mayor nivel de servicio y seguridad a sus clientes y pacientes. El futuro depende de lograr el equilibrio adecuado entre innovación y gobernanza responsable en este panorama tecnológico que cambia rápidamente.