La privación crónica del sueño está relacionada con un mayor riesgo de diabetes tipo 2

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Las investigaciones confirman una fuerte conexión entre dormir poco y constantemente y un riesgo elevado de desarrollar diabetes tipo 2, independientemente de los hábitos alimentarios. Un estudio reciente publicado en Diabetes and Endocrinology revela que las personas que duermen un promedio de cinco horas por noche enfrentan un 16% más de riesgo, mientras que aquellos que duermen solo de tres a cuatro horas experimentan un aumento del 41% en el desarrollo de diabetes.

El estudio del biobanco del Reino Unido

Los hallazgos se basan en datos de más de 247.000 adultos inscritos en el Biobanco del Reino Unido, con una edad promedio de 55 años. Los investigadores clasificaron a los participantes según la duración del sueño: de siete a ocho horas (normal) hasta tres a cuatro horas (extremadamente corto). También evaluaron la calidad de la dieta, asignando una puntuación de 0 (más insalubre) a 5 (más saludable) según la ingesta de carnes rojas, alimentos procesados, frutas, verduras y pescado.

Curiosamente, incluso aquellos con las dietas más nutritivas todavía mostraban un mayor riesgo de diabetes si padecían una falta crónica de sueño. Esto subraya que el sueño no es un factor reemplazable en el manejo de la salud metabólica.

Por qué el sueño es importante para el control de la insulina

Los mecanismos precisos detrás de este vínculo aún están bajo investigación, pero es probable que varios factores influyan. Estos incluyen sensibilidad alterada a la insulina a nivel celular, mayor actividad del sistema nervioso simpático (que regula las respuestas al estrés) y alteración del microbioma intestinal, todos los cuales contribuyen a la disfunción metabólica.

Esta investigación refuerza que una salud óptima requiere un enfoque dual: priorizar tanto la nutrición como el sueño suficiente.

Pasos prácticos para dormir mejor

Si dormir poco y constantemente es un desafío, varias estrategias pueden ayudar a mejorar la calidad del descanso:

  • Optimiza tu entorno: Asegúrate de que tu dormitorio sea fresco, oscuro y silencioso.
  • Considere la posibilidad de tomar suplementos de magnesio: Algunas formas de magnesio pueden favorecer un mejor sueño sin somnolencia diurna.
  • Mantenga un horario regular: Horarios constantes para acostarse y despertarse ayudan a regular el ciclo natural de sueño-vigilia de su cuerpo.
  • Busque orientación profesional: Si el sueño sigue siendo deficiente, consulte a un proveedor de atención médica para descartar problemas subyacentes.

En última instancia, priorizar el sueño es tan crucial como la dieta para reducir el riesgo de diabetes tipo 2. Descuidar cualquiera de los dos puede comprometer significativamente la salud metabólica.