La kombucha dura es la última bebida alcohólica en ganar popularidad y ofrece un toque fermentado a la cerveza, el vino y las bebidas carbonatadas tradicionales. Si bien comparte el mismo contenido de alcohol que muchas otras bebidas (generalmente entre 5% y 10% ABV), la kombucha dura presenta una pregunta única: ¿se mantienen sus supuestos beneficios para la salud cuando se combina con alcohol? La respuesta no es simple, pero la ciencia sugiere que los beneficios probióticos de la kombucha regular pueden reducirse significativamente o perderse por completo en su contraparte alcohólica.
El auge de la fermentación alcohólica
La kombucha se elabora tradicionalmente fermentando té con un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras (SCOBY). Este proceso crea trazas de alcohol de forma natural. Los productores de kombucha dura extienden la fermentación para aumentar el contenido de alcohol, a menudo usando azúcar adicional para lograr un ABV similar al de la cerveza o el vino. Sin embargo, el tiempo de fermentación más prolongado puede eliminar muchos de los probióticos vivos que hacen de la kombucha regular un favorito para la salud intestinal.
Probióticos: un beneficio cuestionable
El principal atractivo de la kombucha normal es su contenido de probióticos. Estas bacterias beneficiosas pueden mejorar la digestión y apoyar la salud intestinal. Sin embargo, los expertos están divididos sobre si la kombucha dura retiene suficientes probióticos viables para marcar la diferencia.
“Algunas empresas afirman que sus probióticos sobreviven con porcentajes de alcohol más bajos, pero no hay garantía”, dice la dietista registrada Tracy Lockwood Beckerman.
El alcohol en sí puede alterar el equilibrio intestinal, anulando potencialmente cualquier beneficio probiótico. La dietista registrada Anna Brown explica: “El alcohol puede contribuir a la disbiosis intestinal, reduciendo la diversidad del microbioma intestinal”. Incluso si los probióticos sobreviven al proceso de fermentación, su eficacia una vez consumidos junto con el alcohol es incierta.
Consideraciones de salud: una mezcla de cosas
A pesar de la posible pérdida de probióticos, la kombucha dura puede seguir siendo una opción un poco más saludable que algunas bebidas alcohólicas. Se elabora con ingredientes naturales como el té y puede contener vitaminas, minerales y antioxidantes. Los ácidos que se encuentran en la kombucha (láctico, acético, etc.) pueden ofrecer algunos beneficios digestivos. Sin embargo, sigue siendo alcohol y, por lo tanto, no se puede clasificar como verdaderamente saludable.
Kombucha dura frente a otras bebidas: una comparación de calorías
Así es como se compara la kombucha con otras opciones alcohólicas:
- Kombucha dura: 90–170 calorías por lata
- Cerveza: ~150 calorías (puede llegar a más de 350 para las variedades artesanales)
- Hard Seltzer: ~100 calorías por lata
- Vino: ~120 calorías por copa
- Piña Colada: 500+ calorías
La kombucha dura también contiene azúcar (de 2 a 4 gramos o más por porción), pero generalmente menos que las bebidas mixtas azucaradas. Algunas marcas ofrecen opciones con bajo contenido de azúcar o sin azúcar.
El resultado final
La kombucha dura proporciona una experiencia alcohólica similar a la de la cerveza, el vino y el agua mineral, con la ventaja adicional de que en la mayoría de los casos no contiene gluten. Si bien es posible que no brinde los mismos beneficios probióticos que su contraparte sin alcohol, sigue siendo una opción potencialmente ligeramente mejor que los cócteles muy endulzados. En última instancia, la kombucha dura sigue siendo alcohol y debe consumirse con moderación.



















